Cuando llegaron mis padres no les conté nada de lo
ocurrido con el espejo pero si lo del telegrama.
Se pusieron muy contentos pues la situación económica
de la familia no era muy buena.
Pasada dos semanas viajamos con mi padre a Bucarest.
Después de instalarnos en un hotel, fuimos rápidamente
al estudio de los abogados.
Este se encontraba en el décimo piso de un moderno
edificio del centro y su decoración no tenía nada que envidiar a un bufete de
abogados en New York.
Una secretaria nos recibió en Ingles preguntándonos si
queríamos que nos atienda su encargado de negocios con España.
Aceptamos y dejamos de transpirar, sobre todo mi
padre.
El abogado fue al grano diciéndonos:
-Como les adelantamos en la carta ustedes saben que
este muchachito es el heredero de "El castillo de Drácula".
-Algo sabía de antes, pues encontré una carta del
conde Drácula en un viejo espejo.- Dije y mi padre, que no sabía nada, me miró
sorprendido mientras el abogado se echó a reír.
-¿Ustedes también tienen uno? ¡Ja, Ja...! Eso fue una
broma de la princesa rumana Ekaterina
Olympia Kretzulesco, la ultima descendiente viva de Vlad Tepes...
Regaló una decena de espejos a amigos y puso la famosa
cartita en una ranura que hizo fabricar adrede... ¡Ja, Ja...!
Papá seguía sin entender de que hablábamos, entonces
para tranquilizarlo le dije:
-Después te explico, papá.
-Bueno pasemos a los detalles de la herencia- dijo el
abogado.
-Supongo que queda en Los Cárpatos- Dije queriendo
mostrar ser entendido en la materia.
- Si, exactamente...-Contestó y ahí le interrumpí
continuando con mi deseo de lucir mis conocimientos.
-Se viaja en tren hasta Bistrita, la población más cercana al castillo imaginario, y da ahí
en calesa hasta el castillo...- Ahí al abogado tuvo otro ataque de risa que no
pudo contener.
Cuando se calmó me dijo riendo.
-Parece que el señorito esta muy influenciado por la
novela de Bram Stoker... ¡Ja, Ja...! Se llega en tren y en taxi. El mayordomo
del conde no lo espera con la calesa de caballos negros…... ¡Ja, Ja...!
Usted heredó "El castillo de Drácula's
Resort". Un parque de diversiones y hotel donde el vampirismo es "leit
motiv". Da muy buenos ingresos.
El último descendiente de la princesa era el dueño y gerente. Fue
construido sobre las ruinas del antiguo castillo de Vlad Tepes, el famoso
Conde.
-¿Y que tengo que ver yo con esta historia?- pregunté confundido.
- Pues este señor falleció y al abrir su testamento había una cláusula de
uno anterior, el de la princesa Ekaterina Olympia Kretzulesco donde
especificaba que si su heredero, el que murió, no tenia descendientes, las
propiedades pasarían a los descendientes de su amiga. Ni más ni menos que su
señora bisabuela. ¡Fue muy difícil ubicarlos!
El resto de la conversación fue rutina comercial, ahí papá tomo las
riendas de la conversación como mi tutor legal. "El
castillo de Drácula' Resort" estaba sin gerente general y los
negocios comenzaban a decaer por falta de alguien que llevase las riendas. Por
suerte había una firma americana interesado en comprarlo e inclusive copiarlo
en la ciudad de Los Ángeles. Por la compra del Resort ofrecían sesenta
millones de dólares y por los derechos de abrir otros similares, quinientos mil
dólares anuales...Papá firmó en mi nombre de inmediato sin titubear un segundo
y sin siquiera consultarme.
Yo me puse muy contento por mi familia y le agradecí a mi bisabuela
donde estuviese con todo mi corazón pero mientras papá firmaba yo llame al
abogado a un costado y le pregunté.
-¿Existe en Bucarest o en otra lugar de Rumania algún experto en
vampiros o que este relacionado con la materia?
-¿Por que, señorito...si se puede saber?
-Usted me explicó muy bonito y simpático toda la historia de la herencia
de la princesa y de su famosa broma...pero hay algo que no consigo entender...
-¿Que? Creo que le expliqué todo correctamente.
-Si- le respondi- ¿Pero se puede conseguir un espejo de los que regaló
la princesa en algún anticuario?- Me miro curioso y le pidio a la secretaria
que traiga el espejo ovalado que estaba en la sala de espera.
Me contó que uno de sus clientes había heredado uno y se los había
regalado.
El abogado agregó:
-Lo curioso de este cliente es que nunca mas volvimos a verle. Ademas
dejó el espejo y salió casi corriendo.
La secretaria trajo el espejo, me pare en frente de su luna y le pedi al
abogado que venga a mi lado.
Cuando vió solamente su reflejo y no el mio, me miró y comenzó a palidecer ...
Daniel Kritz, 8 de enero de 2012
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