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miércoles, 24 de marzo de 2010

La sopa de piedras





Esta historia me la contó mi "zeide" Samuel, la palabra zeide significa abuelo en idish, el idioma vernáculo de los judíos ashkenasis que son los que vienen de Europa . Algo así como "nono" del italiano.
Mi zeide Samuel era el prototipo del abuelo, siempre sonriente, con tiempo para los nietos y alguna historia que salía de su formidable memoria.
Este es uno de los cuentos que van pasando de generación en generación por la tradición oral.
Y aquí va el cuento tal cual me lo contó mi abuelo.
Resulta que un viajero llega hambriento a un pueblito, la gente de este era muy pobre pero muy, muy pobre y por eso trataba de ahorrar lo poco que tenían para la familia. Cuando este señor se acercó a varias casas a pedir algo para comida la gente se disculpaba diciendo que no quedaba nada.
Así que ante tal situación nuestro buen señor se dirigió a la próxima puerta para intentar una vez mas y ante la negativa dijo que comería aunque sea un plato de " Sopa de piedras".
Grande fue el asombro de la ama de casa que lo recibió que alegó no conocer semejante receta. El hambriento visitante se ofreció a enseñarle y que lo único que necesitaba eran diez lindas piedras, lavadas y limpitas.
La dueña de casa se apresuró a mandar a uno de los chicos a buscar piedras a la calle mientras invitaba a entrar al viajero.
El hombre se sentó y al rato vino la mujer con las piedras limpitas y le dijo: ¿ahora que ?
El improvisado chef dijo póngalas a hervir en dos litros de agua con un poco de sal y una pisca de pimienta.
Cuando el agua comenzó a hervir le dijo: ¿No tendría unas cebollitas y un par de dientes de ajo?
La señora corrió a la despensa y trajo lo pedido- Nuestro amigo pelo las cebollas , las cortó en cuartos , machacó el ajo y lo agregó a la olla.
Al cabo de unos minutos dijo que la sopa quedaría mucho mejor con alguna papa, un poco de batata y algo de nabo e inclusive un chorrito de aceite; otra vez la patrona fue a la despensa y trajo los ingredientes al visitante. Ya a esta altura salia de la olla un apetitoso olorcito.
Entonces volvio a pedir :¿ no habrá en el jardín unas ramitas de perejil o algo de apio? La señora le trajo tanto uno como el otro, lo cual lo pico y lo agrego a la olla.
Ahí dijo: ¿ quizás le quedó algún pedazo de carne? Le agregaría una deliciosa textura a la sopa, …y si ve por ahí un tomatito..
Agregó los nuevos ingredientes , esperó que se cocine todo y dijo :
Bueno ya esta, ¿me puede servir un plato con todo?
La señora le sirvió tres grandes piedras con caldo y demás ingredientes impaciente para ver como se comía los cascotes.
El comensal dijo ahora que seria muy agradable comer esta sopa acompañada con un pedazo de pan, pedido que le fue satisfecho.
Este señor tomó todo el caldo, mojó el pan y se lo comió junto con todos los otros ingredientes , chupo las piedras y las puso al costado.
Ahí la dueña de casa le pregunto: ¡ Pero como!, ¿no come las piedras?
A lo que el buen pícaro le contesto:
¡A no!!! las piedras son para dar el gusto a la sopa !!
¿puedo repetir otro plato?
Buscando imagenes encontre muchas versiones de este cuento pero a mi me gusta la de mi zeide Samuel......

sábado, 20 de marzo de 2010

Un tipo de mala suerte



Hace ya unos meses que comencé a trabajar en la Universidad Ben Gurion de Beer Sheva.
No como profesor, pues a pesar de haber estudiado en dos universidades, no termine ninguna carrera, sino como uno mas de los jubilados que la Universidad acepta para trabajos de media jornada cinco días a la semana.
Después de que me jubilaron con pensión anticipada, de haber estado mucho tiempo en casa sin trabajar y de haber trabajado en un trabajo muy "trabajoso", en un taller de chapa y pintura famoso de la ciudad, como chofer y mandadero (che pibe de sesenta años) donde las seis horas prometidas se transformaron en mas de ocho y además con intervalo y durante seis días a la semana, realmente el empleo me cayó como "anillo al dedo".
Mi mujer trabaja en el Hospital Soroka de la misma ciudad, que queda justo enfrente de la Universidad-
Por eso vamos juntos al trabajo en el coche a eso de las ocho de la mañana; como yo trabajo solamente seis horas y comienzo a las nueve, leo el diario hasta un cuarto de hora antes , salgo, camino unos diez minutos y estoy en el trabajo.
A la tarde, también termino uno hora mas temprano, a las tres, así que a veces me quedo esperándola y a veces me voy a casa por un atajo que descubrí, lo cual me lleva entre veinte y veinticinco minutos.
Nosotros vivimos en el barrio Ramot, que queda del otro lado de las vías del ferrocarril.
Yo sabia de la existencia de un puente para peatones que facilita el acceso a los colegios secundario y primario en Ramot a los alumnos que viven de este lado de la vía ( del lado de la Universidad).
Como salgo temprano paseo un poco por el campus de la Universidad, así descubrí un portón de salida a unos ciento cincuenta metros de mi oficina y a unos doscientos del puente, por lo cual es solo cruzar y caminar unos 15 minutos para estar en casa.
Después de tan largo preámbulo puedo llegar al quid de la historia:
Hace unos días decidí ir a casa, decidido a hacer el trayecto un poco aburrido pues lo hago en un horario intermedio por lo cual camino prácticamente solo, pero cuando comencé a subir los escalones del puente el cual es bastante alto, diría unos quince a veinte metros sobre las vías, vi justo en el medio a un hombre trepado sobre la baranda y mirando para abajo.
En ese instante me dije que que posiblemente en ese día estaría un poco menos aburrido.
Lo primero que pensé es que este buen señor se quería suicidar, y no estaba errado pues ante mi natural pregunta de que hacia parado en un lugar tan peligroso me respondió:
-¡Estoy cansado de la vida !!, todo me sale mal, me despidieron del trabajo, con lo poco que me dieron abrí un pequeño negocio, al poco tiempo entraron ladrones estando yo presente y me hirieron .
Así que no solo me robaron lo poco que tenia sino que estuve meses malherido en el hospital, motivo que llevo el negocio a la quiebra por falta de quien lo atendiese.
Además dadas las discusiones frecuentes en casa, acabé separándome de mi mujer o lo que mejor es dicho, es ella la que me abandono.
Mis hijas se pusieron de parte de la madre y no me quieren ver como tampoco me dejan ver a mis nietitos.
Hasta el perro se llevo mi ex-esposa. A la noche llego a casa y me siento tremendamente solo
Tan solo estaba que yo, que odio los gatos deje entrar a casa a uno vagabundo que comía en el tacho de la basura, al menos para sentir la presencia de alguien en la casa. Pero al rato el felino, al escuchar los maullidos de los otros miembros de la pandilla se fue afuera a hacercoro con ellos.
Hace unas semanas conocí a una chica y comenzamos una relación, vino a vivir conmigo, ahí creí que la vida podía se mejor y que estaba mejorando.
Pasado unos días ella se gano mi confianza y le di la llave de casa....Cuando volví a casa la noche siguiente después de largas horas de búsqueda de trabajo encontré la puerta abierta de par en par y la casa vacía. La que me pareció una buena chica se llevo todo lo poco que me quedaba..¡.hasta las perchas de los armarios se llevo!. Anoche dormí en el suelo sobre unos cartones que traje de la basura.
A la mañana al salir a la calle encontré una carta con una orden de desalojo .
La única suerte es que me fui sin valijas ni bolsos ni muebles porque esta desgraciada me dejo solo con lo puesto.
Así que le digo amigo, soy un tipo sin suerte, y lo único que me queda es esperar que pase el tren y tirarme del puente en el momento preciso para que el tren me pase por encima para darme el tiro de gracia para rematarme y no quedar vivo agonizando o lo que es peor , internado en el hospital o lo peor lisiado para el resto de mis días.El pobre hombre me termino de contar toda su tristísima historia mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
Ahí, ante la mirada de espanto del pobre hombre me largue a reír con carcajadas convulsivas tan fuertes que me dolía el estomago.
Fue un ataque de risa incontenible a pesar de la pena que me daba.
Cuando se me pasó un poco le explique el motivo de mis risas.
- ¡Realmente, usted es un tipo de muy mala suerte….pero muy mala suerte!!!....a la mañana leí en el diario un aviso de la compañía de ferrocarriles que dice así:
-A partir de hoy se suspenden por una semana todo el trafico de trenes en la ciudad de Beer Sheva por motivo de trabajos de conservación y ensanchamiento de las vías.
La empresa solicita la comprensión de los usuarios.
Así que amigo, puede sentarse a esperar que tiene para rato.... ..
Lo que sigue fue el fin de historia obvio, quizás fue buena la suerte porque no se suicido, el resto se los dejo a su imaginación...